Para encontrar el acabado de pintura adecuado para cada estancia debemos reflexionar primero sobre qué uso damos a cada espacio y qué tipo de decoración es la que más nos atrae. De esos dos factores dependerá buena parte de nuestra decisión, ya que cada acabado hace resaltar aspectos distintos y ofrece diferentes propiedades de limpieza y mantenimiento.
Por ejemplo, una pintura satinada aporta un brillo a las paredes interiores que puede resultar delicado, mientras que un mate liso puede ofrecer un toque moderno que nos puede interesar en una determinada habitación. O, si damos prioridad a que una zona se pueda limpiar con facilidad, podríamos apostar por una pintura brillante.
Pintura satinada
La pintura satinada aporta una apariencia sedosa y destaca por su resistencia. El acabado satinado ofrece una gran versatilidad, ya que aporta cierto brillo a las paredes de dormitorios, cocinas, zonas de paso y otros puntos de la vivienda. En el caso de contar con poca luz natural ayuda a que esta se refleje un poco más, lo que permite aprovecharla mejor. A la hora de aplicarla hay que hacerlo con cuidado, ya que las imperfecciones pueden quedar más a la vista. Como principal ventaja destaca que es un tipo de pintura fácil de limpiar, esto se debe a que al aplicarla se cierran los poros de las paredes, de tal forma que la pintura se convierte en una barrera para la suciedad.
Pintura mate
Como decíamos al principio, la pintura mate es una de las grandes protagonistas de las tendencias de decoración actual. Sus principales ventajas son la capacidad para suavizar las superficies y para distribuir por toda una estancia la luz que llega hasta ella. Es ideal para disimular irregularidades o imperfecciones de las paredes y, además, se aplica de manera sencilla, por lo que muchos propietarios se animan a utilizarla por sí mismos para pintar sus casas. En cuanto al mantenimiento, permite realizar retoques sin que se note y, en la mayoría de los casos, puede limpiarse solo con agua. Está especialmente indicada para pintar los techos de una vivienda.
Pintura brillo
La pintura con brillo es perfecta para dar protagonismo a los colores, ya que los hace destacar. Hay que utilizarla con cierta moderación para evitar una saturación, pero puede resultar muy efectiva si, por ejemplo, queremos resaltar un mueble o apostamos por efectos decorativos especiales. También funciona cuando aprovechamos el contraste que se produce entre un mueble con acabado brillante y una pared mate. La pintura brillante, por otra parte, encaja a la perfección con superficies de madera. Una opción más avanzada dentro de este tipo de acabado son las pinturas llamadas de alto brillo, que suelen utilizarse para molduras decorativas, rodapiés y otros detalles, ya que realzan puntos concretos.